“Si nuestro entorno cuidamos, bienestar aseguramos”. Damos inicio a nuestro trabajo con esta importante frase que nos lleva a una profunda reflexión, invitándonos a una concientización sobre la relación que tiene nuestra salud y el medio ambiente en el que nos desarrollamos.
Un medio ambiente saludable es esencial para nuestra salud. Movilizaciones e instituciones promueven a diario campañas para contrarrestar la contaminación en éste. Estas organizaciones se difunden con objetivos claros y definidos que apuntan no tan sólo a cuidar el planeta, sino a contribuir para que nuestra salud sea de mejor calidad.
Existen muchos factores que intervienen en el desarrollo de una sociedad limpia; libre de basura.
Se puede decir que la basura es todo aquello considerado como desecho y que se necesita eliminar. La basura es un producto de la actividad humana que se considerada repugnante e indeseable, por lo cual normalmente se le incinera o se coloca en lugares predestinados para la recolección y pueda ser canalizada a tiraderos o vertederos, rellenos, sanitarios u otros lugares.
El ser humano es un gran pr
oductor de basura y desafortunadamente muy pocos tienen la cultura de reciclaje, o mejor dicho de reutilizarla cosas u objeto; por lo que se convierte en un problema cada vez más grave por su efecto contamínate.
Se ha considerado que aproximadamente cada tres días una persona puede producir su propio peso en basura y en tan sólo 20 días su volumen. Siendo así, es evidente que esas grandes cantidades de desechos, afectarán el medio ambiente y sobre todo a nuestra salud, ya sea en la calidad del aire cuando llegan a él gases provenientes de la descomposición de la basura, del suelo cuando los desechos se incorporan a él, o del agua si los residuos se vierten en ella o simplemente si son arrastrados por las lluvias.
Cuando la basura llega a los tiraderos, se inician una serie de transformaciones químicas, ya que en ella se revuelven desechos orgánicos e inorgánicos. Los materiales de origen orgánico, como restos de alimentos, se descomponen por la acción de bacterias y hongos. Estos organismos pueden trasmitir enfermedades peligrosas. Además, esas enormes “montañas” de desperdicios, atraen por su fétido olor, a perros, moscas, cucarachas y ratas, entre otros “bichos”, que también son causantes de múltiples enfermedades.
Es bueno saber que la basura constituye un embarazoso problema para muchas sociedades; sobre todo para las grandes ciudades. Atendiendo a este problema mayúsculo surge en nosotros la siguiente incógnita: ¿Qué pasa en una ciudad pequeña como Constanza, existe un mal o buen manejo de la basura?
La basura provoca diversas dificultades, que se resumen en problemas de salud y daños al medio ambiente; además de ocasionar conflictos sociales y políticos. Cuando mencionamos esto últimos nos referimos a los problemas que genera entre comunitarios y al enfrentamiento que la sociedad tiene con las autoridades correspondientes al buen manejo de la basura.
En un pueblo tan activo y atractivo como Constanza, sus habitantes producen enormes cantidades de basura todos los días. Esta producción aumenta cada año, no así las medidas y las estrategias para manejarla; por el contrario, los procedimientos que se utilizan para el manejo de esta, experimentan mayor deficiencia en sus servicios a medida que pasa el tiempo.
La participación comunitaria integrada a los proyectos de manejo de desechos sólidos, es en general poco satisfactoria para el municipio de Constanza. Pues la mayoría de constanceros, no se vinculan al servicio municipal de manejo de los residuos sólidos; evidenciados de esa manera, una participación débil y mal conformado. Todo obedece a la poca promoción y orientación práctica, razón por la cual los ciudadanos no han aprendido a manejar sus desechos apropiadamente.
Uno de los principales problemas que afronta cualquier ayuntamiento dominicano, es el manejo de los desechos sólidos en su territorio. Tireo no es la excepción, pues la basura es un conflicto que nuestro director municipal al igual que todos los demás del país, debe de enfrentar en su accionar cotidiano, a pesar de que la deficiencia en el “tren de aseo, manejo y deposito” de los desechos sólidos, sumergen a los dirigentes en una serie de controversias en las cuales casi nunca pueden estrechar lazos de paz.